J.C. (mujer, 38)

“Antes tenía problemas de ansiedad y estrés y pensaba que estaban relacionados con el trabajo. Además de la ansiedad, me encontraba en un estado de alerta continuo, como si algo fuera a suceder. No me sentía conectada conmigo y en el trabajo no tenía ninguna motivación. Además esto me afectaba en mi vida personal: estaba apática y no disfrutaba de las cosas.
Gracias a la terapia con Esmeralda, empecé a conocer lo que me gusta y lo que quiero. Me di cuenta que no me había ocupado de mí. Ahora estoy más conectada conmigo misma y mis necesidades. La ansiedad ha bajado mucho. En general estoy más alegre y siento que disfruto o percibo el momento presente. He colocado en la práctica las cosas importantes en primer lugar y he introducido en el día a día aquellas actividades que para mí son importantes o me hacen disfrutar y sentirme bien. He sentido que Esmeralda ha seguido mi caso con dedicación y no exclusivamente en los momentos de la sesión como me ha pasado en otras ocasiones. El trato ha sido mucho más cercano y personal. Para mí eso es algo que he valorado mucho”.